jueves, 21 de junio de 2012

LOS BALCANES

No he visto tantas piedras como en Croacia, para cultivar han tenido que sacarlas del suelo.
Anfiteatro de Pula en la peninsula de Instria.
Uno de los muchos pueblos de la costa de Dalmacia en el mar Adriatico.
Hay puertos naturales resguardados de los temporales, sencillos pero bonitos.
Los lagos de Plitvice, Patrimonio de la Humanidad, lo tienen bien merecido.
Una de las puertas del palacio de Diocleciano en Split.
Los pueblos de la costa son agradables y tranquilos.
Ante tanta piedra, el delta del rio Neretva es muy fertil y la tierra esta bien trabajada.
Calle Stradun, principal arteria de Dubrovnik actualmente.
La misma calle en tiempos de la guerra.
Uno de los muchos callejones desde la calle principal hacia las partes altas de la ciudad, hay que estár en forma.
Entrada al puerto viejo de Dubrovnik.
La ciudad amurallada vista desde la montaña, a la cúal se sube en un funicular.
Croacia tiene 1.185 islas, y un ingente número de islotes.
Fúe un monasterio, pero hoy es un hotel de 5 estrellas, está en la costa de Montenegro.
Estatua del héroe nacional de Albania Skanderberg en la gran plaza del centro de la capital, Tirana.

Aúnque la mayoria de la población es musulmana,tambien hay igesias ortodoxas.
Memorial en Trevinje a los que murieron en la guerra de los balcanes.
Lo que antes fueron plazas o parques, hoy són cementerios con las casas alrededor.
El puente de Mostar sobre el rio Neretva, simbolo de la guerra de los balcanes.
Una de las muchas casas donde  todavia se pueden ver las huellas de los tiroteos.
La plaza de España en Mostar, debajo de las banderas está la placa con los nombres de los 22 soldados  y su interprete muertos durante y después de la  contienda.
La mayoria de la ciudad está reconstruida, pero hay edificios que están como los dejaron los bombardeos durante la guerra.
Una de las cosas que más llaman la atención en todos estos paises es la multitudinaria cantidad de terrazas que hay por calles y plazas.
Barrio medieval de artesanos de Sarajevo.
Uno de los monumetos más destacables de la ciudad es la torre del reloj, junto a ella la torre de una mezquita.
Iglesia cátolica en Zagreb con los escudos del pais en el tejado.

 El centro de la ciudad de Liubliana, está impecable.


 Trás un breve paso por Eslovenia llegamos a Croacia para recorrer la peninsula de Instria, toda la costa Adriatica y algunas de las muchas islas que posee, ciudades como Pula y su anfiteatro romano del siglo I perfectamente conservado, Rijeca, Zadar, Split, donde esta el palacio de Diocleciano del siglo IV, pero la más renombrada y más visitada por el turismo es Dubrovnik, Patrimonio de la Humanidad, sin ser temporada alta habia una multitud de gente, pudimos ver fotos de cuando fué bombadeada en la guerra de los Balcanes de 1991 a 1995 y actualmente reconstruida, esta construida en piedra, como ciudades y pueblos de toda la costa, pienso que no hay pais con más piedras que este, hasta las playas son todas de piedras, estas tienen su recompensa, en pocos lugares del Mediterraneo hemos visto unas aguas tan transparentes y limpias.

Seguimos la costa por Montenegro para llegar Albania, donde hay poco que ver, es un caos circulatorio, nadie respeta las minimas normas de circulación, hay mucha basura, está a gran diferencia de desarrollo del resto de paises  que hemos visitado. Tirana, su capital, es una ciudad muy grande de estilo sovietico, donde vive la mayor parte de la población que es de religión musulmana, de ahi que haya tantas mezquitas, en el puerto de Durres nada que reseñar, pero hay cuatro cosas que nos llamaron la atención :
La gran cantidad de casas que hay sin terminar y abandonadas.
Nunca hemos visto tantisimas gasolineras.
No hay pais con más lugares para lavar coches.
Entre tantas necesidades, ni en Alemania hay tantos coches de la marca Mercedes por el número de habitantes.

Volvimos a Montenegro y su capital Podgorica que es como un pueblo grande, esta republica es la de menor población que surgieron de la antigua Yugoeslavia, como curiosidad es el único pais que no es de la Unión Europea y tiene el euro como moneda.

Entramos en Bosnia i Hercegovina, donde muchos de los nombres de sus pueblos y ciudades me venian a la memoria de haberlos oido por la radio o la T.V. durante la guerra, llegamos a Trebinje donde hubo una gran matanza que se recuerda en un gran memorial, más tarde Mostar con su famoso puente sobre el rio Neretva y simbolo de la guerra de los Balcanes, todavia se pueden ver casas destruidas por los bombardeos y los incendios, y fachadas llenas de agujeros  de los tiroteos, antiguas plazas o parques hoy són cementerios, porque se enterraba donde más cerca se podia y a ser posible por la noche, en definitiva un desastre como són todas las guerras, aunque soy de los que piensan que estas a veces són inevitables, cuando algún iluminado quiere imponer por la fuerza su voluntad, la mayor parte de la ciudad está reconstruida, nos lleno de orgullo ver la plaza de España con la bandera y debajo de esta una placa con los nombres de nuestros 22 soldados y su interprete que dieron su vida por ayudar a traer la paz y lo que es más importante la libertad a esta tierra.

La capital de Bosnia es Sarajevo, una ciudad enorme con su barrio medieval con mezquitas, madrasas, carabansais, artesanos, restaurantes etc, quizas fué la ciudad más castigada durante la guerra, estuvo sitiada durante mucho tiempo y bombardeada en repetidas veces, aunque lo peor eran los francotiradores, hoy felizmente restaurada con la ayuda internacional.
Nos sorprendio la ciudad de Banja Luka en cuanto a su modernidad, limpieza y orden, sin duda la mejor de cuantas vimos.
circulando por las carreteras se pueden ver cantidad de placas en recuerdo de los que fusilaban a sangre fria, solo en Sébrenika murieron más de 13.000 personas.

Cruzamos la frontera de nuevo hacia Croacia para visitar su capital Zagreb, es de estilo centroeuropeo con una importante actividad cultural, aunque nos gusto más Liubliana, capital de Eslovenia, esta república es la más integrada en Europa, incluso tienen el euro como moneda.

En resumen a pesar de la guerra estos paises están mucho más abanzados de cuando los visitamos la primera vez y formaban parte de Yugoeslavia, si no hubiera sido por los nacionalismos radicales y excluyentes que trajeron la guerra estarian plenamente integrados en la Unión Europea.