jueves, 11 de noviembre de 2021

VALLE DEL RONCAL Y SELVA DE IRATI EN OTOÑO.

Este es el puerto de Belagua, o como indica la fotografía de San Martín, donde estaba antes la frontera.

Desde la Edad Media se celebra cada 13 de Julio una ceremonia, con franceses y españoles, a la que llaman el pacto de las tres vacas.
El resumen de lo que consta la ceremonia, es una historia muy larga que se puede leer en la red.

Alguna de las altas de las sierras que hay por el camino.

Toda la zona tiene grandes zonas boscosas.


Hay que elegir que fotografías poner, porque no faltan motivos para hacer cientos de ellas.

Ermita de la virgen de las Nieves, hasta donde llega la carretera desde Ochagavía, para empezar a andar.

La cantidad de tonos es interminable y con la posición del sol, todavía más.

Se pueden encontrar todo tipo de colores y matices.

La selva de Irati es mágica, tiene muchos kilómetros de de caminos y sendas para andar.

Es un bosque que debido a su masa arbórea entra poca luz a las zonas bajas, con lo que la humedad es
 muy alta y hay mucho musgo.

Los caminos por los que más gente transita son planos si ninguna dificultad.

Aunque predominan las hayas, los colores de otros árboles le complementan la visión.

Reflejo en uno de los ríos que atraviesan el bosque.

No olvidemos que es un bosque declarado Patrimonio de la Humanidad, y por tanto no se puede limpiar nada y así lo hace más natural y bello.

Helechos en un uno de los pocos claros del bosque donde pueden subsistir.

Algunas zonas donde se crían los helechos, éstos son de gran tamaño.

Hay algunos árboles portentosos.

Típìco cauce de un barranco seco en Otoño.

Desde Ochagavía hasta la ermita de la virgen de las Nieves hay 25 km, en lo alto del puerto hay esta vista de los pirineos navarros, imagino como será en invierno.

Hay vistas buenas y no tan buenas, pero algunas son espectaculares.

Reflejo de los colores de los árboles en las aguas del pantano de Irabia.

Lógicamente en Otoño todos los pantanos están bajos de nivel.

Hay tramos del camino que uno se siente apabullado de tanta belleza.

Hay hayas de hasta cuarenta metros de altura.

Me sorprendió que a estas alturas del Otoño tengan las casas de los pueblos tantas flores.

Todos los pueblos tienen buenas casas y con muchas flores en los balcones, pero esta es la mejor que ví.

En los balcones predominan los geranios.

Pero también hay otra clase de flores.



El valle del Roncal culmina en el puerto de Belagua, también llamado Piedra de San Martin que hacia frontera con Francia, aunque ahora ésta ya no exista.

Como todo el mundo sabe, los colores del Otoño son muy llamativos en toda nuestra geografía, pero en pocos lugares son tan llamativos como en la selva de Irati, parte en el valle de Salazar y parte en el de Azkoa, para entrar a pasear y recrear la vista, las principales entradas son por Ochagavia en el primero y Orbaizeta en el segundo.