Hacia mucho tiempo que quería volver a Marruecos, parece que como al ser un país cercano se va aplazando la decisión, pero llega un día y por fin se toma.
Siempre lo he considerado como el país más exótico y más cerca de España, con mucho colorido y costumbres que aquí han desaparecido, uno de los mejores para hacer fotos, también es más barato, aunque con el regateo siempre presente y muy entretenido que forma parte del juego del que quiere engañar y del que no se deja, o eso pretende, aunque creo que siempre gana el vendedor.
Aunque existe pobreza el país ha mejorado mucho desde la última vez que estuve, pero me da la impresión que el gran problema que tienen y desde hace décadas, es la superpoblación para los recursos y el nivel de desarrollo que tiene, de ahí que haya tantos ciudadanos trabajando por todos los países de Europa.
Próximo periplo, Venezuela, ultimo país que me falta por conocer de América.
Vista de Tanger, protectorado Español hasta la independencia de Marruecos el año 1956.
Todo el legado Español se ha dejado abandonar con el paso de los años, incluso es difícil ver algo escrito en nuestro idioma, somos los grandes enemigos del régimen personal del rey, a la vez hay que decir la gran cantidad de gente que habla Español habitualmente, tendrán la culpa las antenas parabólicas de la primera foto ?
Parte de las murallas de Tanger sobre el mar, es una ciudad muy agradable para visitar.
Típico y viejo cementerio en lo alto de la ciudad.
Las fuentes son obras de arte hechas con cerámica de vivos colores, aunque muchas de ellas están sin agua, como en este caso.
Soldado de guardia en la entrada al mausoleo del padre del actual rey Hasan II.
Uno de los edificios que forman parte del complejo del mausoleo al que no se puede entrar a visitar.
Siempre he estado convencido que Grecia es el país de Europa que más gatos tenia por las calles, pero después de estar en Marruecos, tengo serias dudas de seguir manteniendo esa afirmación.
La mezquita de Casablanca es un de las más grandes del mundo, dentro de ella caben 25.000 personas y en la explanada que la rodea 80.000, su minarete mide 200 metros de altura.
Se inauguró el año 1993 y fue construida con los mejores materiales posibles, de ahí su esplendor, tanto de su interior como su exterior, es una de las pocas que pueden visitar los no musulmanes en todo el país
Una tienda típica de especias en la plaza Yamaa el Fna de Marrakech.
En la misma plaza hay cantidad de cafés con sus terrazas, donde la gente va a tomar un té con menta a la puesta del sol.
La mezquita Kutubia del siglo XII en Marrakech, el minarete sirvió de modelo para construir la giralda de Sevilla.
En el puerto pesquero de Essaouira, se sigue vendiendo el pescado como hace siglos, es decir, lo hacen directamente los mismos pescadores.
Essaouira conserva buena parte de sus murallas que hoy forman parte de su bazar.
Vista de uno de los típicos pueblos semi-desérticos construidos con barro mezclado con paja, menos mal que no llueve habitualmente, pero en las casas ni entra el calor ni el frio.
Foto de la famosa garganta de Todra en el sur del país.
Imagen de una de las altas dunas del desierto con los dromedarios descansando.
Una calle del pueblo de Merzouga en el desierto Marroquí.
Entrada o salida del pueblo de Merzouga, dependiendo en que dirección se vaya.
Donde hay agua hay una huerta, en zonas desérticas, se cultivan dátiles y hortalizas aunque haya poca agua.
En la medina hay muchos callejones tan estrechos, que pasa uno u otro.
Recogida de la basura en la medina de Fez, incluso el burro no puede pasar por alguna de las calles y los que estén entrados en kilos, tampoco.
Una ciudad que está ahora muy de moda es Chefchaouen, también conocida como Chauen, simplemente porque está pintada de azul.
Tiene unos rincones muy llamativos, porque los vecinos al azul de las calles añaden adornos de todo tipo, y el conjunto queda muy agradable.
A mi lado un matrimonio sefardí descendientes de los judíos expulsados de España el año 1492 en la única sinagoga que queda en Tetuán, ellos son dos de los ocho que quedan en la ciudad de los 12.000 que llegó haber.
El barrio de los tintoreros de Fez es un icono de la ciudad, donde en siglos no ha cambiado la forma de curtir y teñír las pieles.
Patio de una de las muchas madrasas que hay en Marruecos, a cual más bonita.
