Hacia tiempo que tenia una idea de ir a Bucarest en autobús, ésta era la única capital de la Unión Europea que no conocia, pero pensando más tarde me dije y porque no visitar los dos últimos paises que me faltan de Europa ? que eran las dos republicas ex-sovieticas Moldavia y Bielorrusia.
Asi que cogí el autobús en Zaragoza y después de 48 h y 30´ llegué a Bucarest, y de ésta tambien en autobús a Chisinau, capital de Moldavia, para éste país no hace falta nada más que el pasaporte, mi intención era proseguir con el mismo medio hasta Minsk, antes de ir leo en la pagina del ministerio de asuntos exteriores que como no hay embajada de España se puede hacer el visado solo en el aeropuerto de Minsk, si entras por tierra lo tienes que llevar desde aqui, que hay que mandar el pasaporte a Paris y cuesta 150 euros, asi que cambio mis planes y saco un billete de avion de Chisinau a Minsk, como no hay vuelo directo hay que pasar en transito por Moscú y ante mi sorpresa me dicen al tomar el avión que necesito un visado para entrar en Rusia que se considera un vuelo domestico. Después de tantos años viajando es la primera vez que me pasa que estando en transito en un aeropuerto necesite visado, pero ahi no queda la cosa, me dicen que lo intente por Kiev, capital de Ukrania para no tener que pasar por Moscú, asi lo hago, y cuando voy a entrar en el avión me dicen que no puedo ir, porque necesito una invitación de alguna agencia o persona de dentro del pais, asi que en parte se fustró el viaje que tenia pensado hacer, otra vez será.
En el tema burocratico que nadie piense que la Unión Sovietica ha caido, igualmente que en otros aspectos.
Me sorprendió Bucarest, es una capital clásica Europea con amplias avenidas y muchos edificios de final del siglo XIX y principios del XX, grandes iglesias ortodoxas y cátolicas etc, pero el edificio que más resalta sobre todo es el parlamento que se construyó en el régimen comunista. El casco antiguo es de los más animados que he visto con una marcha impresionante, ahora bien ruidoso como ninguno, hasta el punto que me hizo cambiar de alojamiento, porque la estridente música paró a las ocho de la mañana.
En cuanto a Chisinau, aunque han reformado muchas zonas y edificios desde que tienen la independencia, se nota que es una ciudad típicamente sovietica, no hay mucho que ver, dos cosas me llamaron la atención la cantidad de puestos callejeros de venta de flores y la cantidad de casas de cambio de divisas.
Lo mejor del viaje fué la ida en el autobús, como se sabe en España hay muchos emigrantes de Rumania que van y vienen frecuentemente, en un momento una pasajera del asiento delante del mio me hizo un interrogatorio en toda regla, porque le extrañaba que un Español fuera en ese medio de transporte un viaje tan largo y le contesté que igual que ellos venian a trabajar a España, yo iba a buscar trabajo a Rumania, la noticia se extendio por el pasaje y durante todo el viaje fuí dandole hilo a la cometa, de risa.
El gran casino a orillas del mar Negro, construido a principios del siglo XX, aunque ahora no tiene ninguna utilidad.
Arco de Triunfo de Chisinau, la bandera tiene los mismos colores que la de Rumania, solo cambia el escudo, en ambos paises hablan la misma lengua.
Buenas Tomas!
ResponderEliminarSomos Borja y Andrea, nos conocimos a principios de Octubre de 2009 en el aeropuerto de Toronto, volviendo a España. Creo recordar que vosotros habiais estado recorriendo Canada y nosotros estuvimos pasando el verano en Estados Unidos (trabajando en un parque de atracciones y viajando por la costa oeste).
Hace unos dias nos acordamos de vosotros y de vuestro blog, hemos entrado y nos alegra ver que seguis tan viajeros como hace unos años! Qué maravilla! Qué tal estáis? Espero que muy bien... Un abrazo de dos Donostiarras en Alemania...!